Alicante

Guadalest, una joya entre montañas

Este pueblo es una de las joyas del interior de la Provincia de Alicante. Su centro fue declarado conjunto histórico artístico en 1974 y Bien de Interés Cultural. Además de formar parte de los pueblos más bonitos de España desde 2015, y bien merecido lo tiene. Este pueblecito cautiva incluso antes de adentrarse en sus calles.

Está rodeado por las máximas alturas de la provincia, la sierra Aitana (1558m), Serrella (1361m) y la Xortà (1226m). Guadalest se sitúa a 595m sobre el nivel del mar. Durante el camino vemos la típica vegetación de montaña, en las zonas altas pinos y en las zonas de ladera cítricos, olivos, algarroba y almendros.

Desde la distancia vemos el Castillo de San José. Fortaleza del siglo XI, creada por los musulmanes. Está sobre la roca, en la parte más elevada del municipio.

Situación estratégica

Siempre fue importante por su situación estratégica. Su destrucción se debió a los terremotos de 1644 y 1748 además de la voladura de 1708 en plena Guerra de Sucesión, cuando la Casa Orduña también fue incendiada.

Al llegar al pueblo, tenemos un lugar para poder aparcar el coche, si vas en fin de semana es mejor llegar a primera hora para encontrar sitio. Aquí está también la oficina de Información y Turismo y los baños públicos.

El Museo de Miniaturas

Una vez te adentras en el pueblo podrás ver el lavadero público y uno de los museos más interesantes en el pueblo, el Museo de Miniaturas. Es muy interesante, aunque yo recomiendo ver el más antiguo que está dentro del pueblo.

Antes de atravesar la roca que nos da paso, vemos una cruz de piedra a la izquierda. Esta zona coincide con el trinquet, zona de juego de pelota valenciana hasta el siglo pasado y anteriormente cementerio musulmán.

Una historia curiosa

La cruz tiene una historia curiosa ya que es una estela funeraria correspondiente al enterramiento de los caballeros de la Orden de Malta, que murieron en un naufragio en la costa y nadie sabe porqué terminaron enterrados aquí.

Llegamos al Portal de Sant Josep y vemos una de las hojas de la antigua puerta y el antiguo escudo de la vila. Encima de la puerta está el balcón que pertenecía a las dependencias del cuerpo de guardia.

El campanario, imagen icónica del pueblo, está separado de la Iglesia para que fuera oído por todas las personas que habitaban en el valle.

Guadalest es una población que ya existía en época musulmana, y a pesar de la conquista cristiana por Jaime I de Aragón en el siglo XIII, los árabes siguieron habitando estas tierras hasta 1609. En 1293 Jaime II de Aragón donó el feudo del Castillo y la comarca a Bernardo de Sarriá. En el siglo XIV el castillo pasó a la Corona, que lo vendió al infante Don Pedro y éste a su hijo, el primer Duque de Gandía y finalmente pasó a la familia Cardona. Los Cardona fueron almirantes de Aragón y gracias a Carlos I pasaron a ser Marqueses de Guadalest.

La familia Orduña

Otra familia que adquiere gran relevancia en el siglo XVII son los Orduña. Durante trescientos años los miembros de esta familia fueron alcaldes y gobernadores del marquesado de Cardona. En el siglo XIX su poder e influencia en la comarca de la Marina fue notable porque sus miembros eran diputados, senadores, incluso uno de ellos fue presidente de la Diputación de Alicante.

Podemos ver la importancia de esta familia cuando visitamos la Casa Orduña, construida en el siglo XVII. Es una casa de un tamaño desproporcionado para la zona donde fue construida, tan alejada de las grandes ciudades.

Un recorrido bien indicado

El recorrido está muy bien indicado, y podemos ver las distintas estancias que componían esta vivienda. La despensa, el comedor, la cocina, el aljibe, los dormitorios y la biblioteca, una joya de 1265 volúmenes que datan del siglo XVI al XVIII.

Una de las piezas más curiosas en la casa es un lienzo pintado por ambas caras de un Ecce Homo que podemos ver gracias a un espejo en la parte trasera que muestra las llagas de la espalda de Jesucristo, rara temática en arte religioso.

También podemos ver una réplica de la Virgen de la Asunción que la familia solía prestar al pueblo para las celebraciones. La auténtica fue destruida en 1936. Al lado vemos un cuadro de valor incalculable del siglo XVI sobre el «Tránsito de la Virgen» como se narra en los Apócrifos.

A través de la casa podemos acceder a la parte alta del castillo, donde podemos ver los restos del Castillo de San José, acceder al cementerio más alto de la Comunidad Valenciana o ver el camino del Calvario desde donde se accede al centro del pueblo.

En el centro tenemos el edificio del Ayuntamiento, en cuyo lateral hay una antigua prisión y un balcón desde donde apreciar la imagen más típica de Guadalest, el embalse.

El embalse fue construido en el siglo XX y recoge el agua del Río Guadalest, un río de corto recorrido y principal afluente del Río Algar. En su recorrido recibe aguas de varios barrancos. El embalse se construyó para regular el caudal y poder ampliar las zonas de regadío. Hoy abastece las zonas costeras y compensa la necesidad de agua por la actividad turística.

Si paseas por la calle principal podrás ver la Iglesia de la Asunción, data del siglo XVIII y durante 400 años fue la más importante del Valle. Su fachada es simple pero tiene la curiosidad de estar conectada a la Casa Orduña.

Esto nos muestra de nuevo el poder de esta familia ya que en la parte superior derecha del altar vemos una ventana desde donde la familia podía seguir misa de forma privada.

Gran parte de la población se dedica al sector turístico, hostelería, comercio de marroquinería, souvenirs y museos. Solo una pequeña parte vive de la agricultura de secano (algarrobo, almendro y olivo).

Museo de microminiaturas

Hay muchísimos museos en Guadalest, incluso de saleros y pimenteros, pero el más típico y más curioso es el Museo de microminiaturas, verás cosas tan curiosas como pinturas en un escarabajo o un caracol.

No te vayas de Guadalest sin probar sus platos típicos elaborados con productos de la tierra.

Arroz con alubias y nabos, pimiento relleno, conejo al ajillo, o la ollera. En nuestro caso probamos el arroz al horno y vino de la zona y fue todo un acierto ir a comer al Restaurante Venta la Montaña, calidad precio buenísima, pero te recomiendo reservar antes porque suele estar muy demandado.

Espero que si vas a Guadalest lo disfrutes tanto como yo. Si te ha gustado dale a like y comparte. Gracias 🙂

Alicante

Elche, palmeral de Europa

Este post me hace especial ilusión, ya que siempre es un orgullo hablar del lugar donde nací. Elche es una ciudad que ha ido creciendo y modernizándose a lo largo del tiempo, su fisonomía ha cambiado, pero si hay algo que siempre ha mantenido, es ese paisaje colmado de palmeras que hacen de ella una ciudad incomparable.

Si visitas la ciudad, no esperes encontrar un lugar concreto dónde ver el palmeral, ya que el palmeral es todo, es la primera imagen que verás al aproximarte a la ciudad. Un mar de palmeras majestuosas que la rodean, la abrazan y protegen y le dan esa especial imagen difícil de olvidar.

Existen 2.800 diferentes tipos de palmeras, pero la que abunda en la ciudad es la Palmera Dactilífera o Phoenix Dactylifera, llamada así tanto por su fruto como por ser el único árbol que puede resurgir después de un incendio ya que su savia corre por el centro del tronco, al contrario que en el resto que discurre por el tronco.

La palmera es un árbol conocido en esta zona desde época fenicia, como muestran los fósiles de hueso de dátil que se han encontrado en la ciudad, aunque ya aparecían hace 5000 años en los jeroglíficos egipcios.

También se han hallado monedas antiguas con representaciones de palmera que conmemoran acontecimientos bélicos y religiosos. Y ya en época romana la palmera formaba parte de nuestro paisaje. Pero es en época árabe cuando se introdujo un sistema de plantación y riego conocido como «sistema de Oasis». Es esta la razón por la que somos Patrimonio Mundial de la Unesco desde el año 2000, aunque muchas personas piensan erróneamente que es por la cantidad de palmeras que tenemos, que rondan los 200.000 ejemplares.

La palmera es una planta de porte arbóreo»

La gran cantidad de palmeras que conservamos en la ciudad se debe gracias a Jaime I el conquistador. Durante la época de reconquista cristiana, pero en lugar de eso Jaime I quedó tan maravillado que respetó el oasis que encontró y tras la conquista se siguieron los mismos usos y costumbres anteriores, lo que permitió su conservación.

A lo largo de la historia se han ido promulgando leyes de protección de la palmera, lo que ha permitido que a pesar del crecimiento urbanístico y del establecimiento de la línea de ferrocarril, la palmera no fuera esquilmada.

La primera ley ya fue creada en 1933 y fue un decreto del Ministerio de Agricultura que declaró el interés social de la conservación de los palmerales de Elche.

Elche posee un clima seco y caluroso y un río de agua salobre, lo que ha condicionado mucho los tipos de cultivos en la zona. La palmera resiste la salinidad del agua, por lo tanto fue una ventaja para su desarrollo.

La importancia del río Vinalopó

El agua proviene del pantano de Elche, una estructura del siglo XVII que se encuentra a 5 kilómetros de la ciudad y de su río Vinalopó. Este río fue aprovechado por los árabes en el siglo X creando la acequia mayor y diferentes brazales que se expandían por la ciudad y los huertos.

La palmera se planta formando un rectángulo delimitado por un montículo más elevado de tierra, lo que conseguimos es tener una forma de «piscina» que nos permitirá regar las palmeras por el sistema de inundación, es decir, se llena de agua la parte interna delimitada con el surco de tierra en donde crecen las palmeras.

Esta forma de plantación ha permitido el desarrollo de diferentes cultivos. Es un jardín vertical, en tres alturas, donde las palmeras crean una especie de microclima que permite la plantación de diversos árboles en la parte central y distintos cultivos.

La palmera se planta formando un rectángulo delimitado por un montículo más elevado de tierra»

Esto será aprovechado para poder tener diferentes tipos de animales, permitiendo el desarrollo de la comunidad. Esta forma de plantación se conserva hoy en día en Elche y es lo que podemos observar a lo largo de diferentes paseos propuestos para conocer la ciudad a través de sus palmeras.

En esta foto se pueden ver todas las diferentes partes que componen una palmera. La palmera es una planta de porte arbóreo, no es un árbol, por lo tanto no produce madera, está compuesta por fibras vegetales que aportan flexibilidad al tronco ante los empujes del viento.

Todo en la palmera es de utilidad. Su tronco se ha utilizado para fabricar bancos donde sentarse, columnas en las casas tradicionales tipo «riu rau», parte de los techos y mesas.

Su fruto, el dátil, ha sido utilizado además de ser comido para fabricar azúcar y destilar licores. Con la palma se fabricaban sombreros, escobas, bolsos y esteras. Sus palmas privadas de luz solar quedan de color blanco y mediante una serie de procesos serán utilizadas para la fabricación de la palma blanca, utilizada tanto en la procesión de Domingo de Ramos como en el Misteri d’Elx.

La palmera no es un árbol, por lo tanto no produce madera»

Tenemos palmeras macho y hembras, es difícil distinguir entre ambas fuera de época de floración pero si estás en Elche en primavera verás en las palmeras macho un plumerito que será utilizado para polinizar a la palmera hembra.

En la naturaleza la polinización la hace el aire pero en esta caso la realiza el palmerero mediante el «entaconado», cortan el plumerito de la palmera macho y lo esparcen en la hembra dando lugar en otoño al fruto, el dátil.

Una palmera puede llegar a alcanzar los 300 años y 30 metros de altura»

Tras la recogida del dátil se cortan las ramas secas del árbol para que siga creciendo alto y sano. Si plantamos un hueso de dátil se origina una palmera genéticamente distinta a la madre, pero si plantamos un hijuelo se origina una palmera con la misma información genética.

Una palmera puede llegar a alcanzar los 300 años y 30 metros de altura. Pero ¿Cómo saber su edad? se estima que de media crecen 1 metro cada diez años. Esta sería la forma de calcular su edad. La subida tradicional para recoger el fruto a esa altura era ayudado de una cuerda y unas espardeñas, zapatilla típica hecha de esparto.

El hortelano vivía todo el año en la zona agrícola que rodea la ciudad. Se dedicaba a cuidar de la palmera y los cultivos asociados, como son la vid, el olivo, el granado o la alfalfa siguiendo el sistema heredado de los árabes.

Toda la familia, incluso los vecinos, compartían las labores del huerto y trabajaban en ellos a diario, dedicando los días festivos o de lluvia a poner a punto las herramientas, confeccionar las cuerdas, tejer capazos, esteras y fabricar utensilios de cocina. Y así hemos crecido los ilicitanos, entendiendo la palmera como parte de la familia, de nuestro hogar.

En el Museo de San Plácido se puede conocer el uso tradicional de la palmera»

Si vienes a la ciudad te recomiendo visitar el Museo de San Plácido para conocer el uso tradicional de la palmera, donde podrás ver su sistema de riego por medio de acequias. Es un placer pasear por el huerto y ver los diferentes tipos de cultivo desarrollados en torno al palmeral. Es un remanso de paz en medio de esta ciudad, que aún siendo la tercera ciudad más grande nos ofrece muchos espacios donde el silencio y la naturaleza son los protagonistas.

Cuando visites el museo pregunta si está el palmerero porque si tienes suerte podrás ver una demostración de este oficio tan tradicional. Algo que es también digno de ver es la elaboración de la palma blanca.

Al lado del museo hay un taller donde se elabora esta artesanía tan tradicional en Elche. Merece la pena ir antes de Semana Santa, cuando el taller está en plena ebullición preparando las palmas de Domingo de Ramos.

Otro Jardín que te recomiendo visitar es el Jardín del Huerto del Cura. Jardín Artístico Nacional desde 1943. En este caso la palmera ha sido utilizada como elemento decorativo por su belleza ornamental, no por uso agrícola. Este jardín botánico de 13.000m2 acoge una casa tradicional, y la capilla original de principios del siglo XX del capellán José Castaño Sánchez, de ahí su nombre.

El jardín se compone de unas 1000 palmeras y plantas de los diferentes continentes. Recorrer el jardin es disfrutar de multitud de tonalidades verdes, colores vivos y de gran belleza.

En este jardin contamos con 55 palmeras dedicadas desde 1900 a personalidades que han hecho algo bueno tanto por Elche como por la humanidad. Se solían bautizar las palmeras con vino de la zona y se enviaban los dátiles a la persona en cuestión. Las últimas fueron dedicadas a los Reyes de España.

Aquí también podrás ver la palmeral imperial, que recibe el nombre gracias a la emperatriz de Austria, Sissi, después de que en 1894, tras una tormenta que obligó a su barco a atracar en Alicante, visitara la ciudad para observar este ejemplar. El capellán le dedicó la palmera y de ahí que se conozca como palmera imperial.

Esta palmera es especial porque los hijuelos nacen de una palmera macho y empezaron a crecer cuando la palmera ya tenía unos dos metros y casi treinta años. son 8 palmeras que se alimentan de la palmera central. Lamentablemente uno de los hijuelos se ha perdido hace unos años, pero sigue siendo tan majestuosa como siempre. Esta palmera es una de las más ancianas en Elche, ya que tiene algo más de 160 años de edad.

Desde 1918, cuando el capellán murió, el huerto fue subastado y pasó a manos de la familia Orts y es en esa época cuando empezó su transformación en lo que vemos hoy en día.

Otra actividad que puedes realizar es tomar el tren turístico que parte de la oficina de turismo de Elche, al lado del Parque Municipal, para adentrarte en los huertos y disfrutar del paseo sin cansarse.

Rutas para visitar Elche

Si por el contrario te apetece caminar te aconsejo que hagas la ruta del palmeral, el sendero del palmeral, o la ruta de palmeras singulares. Estas rutas te las puedes descargar desde la página de Visit Elche o puedes obtenerlas en la Oficina de Turismo al lado del Parque Municipal, otro jardín donde la palmera se utiliza como elemento decorativo.

Merece la pena dar un paseo y disfrutar de este parque que consta de cinco huertos con un total de 6 hectáreas en donde se encuentra el parque infantil de tráfico, el huerto del palomar, y el templete de música que era el punto de encuentro que se encontraba en la plaza de la Glorieta. También podemos ver el molino Del Real del siglo XVIII que se nutría de las aguas de la acequia Mayor y que distribuía sus aguas para los distintos huertos.

Podemos ver el centro de visitantes, donde se celebraba la feria industrial y donde se ubicó la Dama de Elche la primera vez que visitó la ciudad. Hoy en día muestra una proyección de la ciudad aunque está temporalmente cerrado. Pasear por el parque es encontrarse con estanques, patos, e incluso algún dragón escondido. Este parque es gratuito y su horario es de 7.00 de la mañana a 23.00 horas de la noche.

Si aún quieres conocer más no dudes en contactarme y podemos concretar una visita para poder descubrir todos los rincones de mi bella ciudad.

Valencia, 46014
Alicante

Alicante – Hogueras, el fervor de un pueblo.

Desde tiempos remotos los agricultores alicantinos celebraban el solsticio de verano haciendo hogueras. El fuego era el hilo conductor para celebrar el día más largo del año, y la noche más corta en Alicante. Además de ser un elemento purificador para aquellos que lo contemplaban.

El contacto campo-ciudad hizo que la fiesta se trasladase pronto, aunque no todo el mundo estaba de acuerdo con la idea ya que hubo quejas por las hogueras y los petardos, lo que llevó al alcalde a hacer un bando para prohibirlas.

Un despiste, la picaresca y la avidez del pueblo fueron los que dieron pie a las primeras hogueras permitidas, ya que en 1881 el ayuntamiento olvidó publicar el bando y los alicantinos aprovecharon para celebrar las primeras «fiestas de la calle», donde surgieron los primeros ninots, figuras en forma humana que solían ridiculizar a alguien del barrio.

Hoguera especial de 1946

En 1928 se celebra la primera fiesta oficial de Alicante gracias a Don Jose María Py, gaditano que había vivido un tiempo en València y supo ver la potencialidad de las Hogueras para el Turismo y para el disfrute de los alicantinos.

A partir de ese año la fiesta va tomando forma, se crea la comisión gestora, su himno, las barracas y se instaura la figura de la «Bellea del Foc«. Todos los ingredientes que hacen de esta fiesta algo singular y que solo ha sido interrumpida en dos ocasiones, en la Guerra Civil (1936-1939) y en 2020 debido a la pandemia mundial que estamos padeciendo.

Cada hoguera nace teniendo en cuenta diversos aspectos, el presupuesto disponible, el tema del monumento, el diseño de la figura y el lugar de ubicación. Una vez decidido se piensa en los colores para que armonice con el entorno donde se construirá y se hace la maqueta.

En este proceso han de valorarse el peso, el transporte, el tamaño y las partes que la compondrán y se empieza a modelar y construir el monumento. Los materiales utilizados entre otros son cartón, madera y papel y cada vez se apuesta más por el uso de materiales respetuosos con el medio ambiente.

Las piezas se construyen por separado. Un armazón de madera sustentará todas las piezas

Las piezas se construyen por separado, se comprueba el ensamblaje, se numeran y se pintan para después protegerlas con un plástico. Un armazón de madera sustentará todas estas piezas para que se muestren en todo su esplendor. El cálculo de pesos y contrapesos y cómo se quemará el monumento es muy importante para la estabilidad ya que algunas Hogueras miden hasta 17 metros de altura.

Exposición del ninot

Los ninots son figuras con representación humana, hechas de materiales combustibles que ocupan la base de las hogueras. Estas figuras tienen un carácter crítico y burlesco.

Una figura representativa de cada hoguera será expuesta del 18/05 al 04/06 para que los visitantes puedan votarlas. En 2019 la exposición contaba con 188 ninots. De ellos el más votado será indultado y se salvará del fuego, pasando a formar parte del Museo de Hogueras situado en la Rambla.

Mascletà

Masclets

Del 19 al 24 de junio a las 14.00 horas en la plaza de Luceros tras la frase pronunciada por la Bellea “Senyor pirotècnic, pot començar la mascletà” un disparo pirotécnico da paso a composición ruidosa y rítmica que hace vibrar el cuerpo. El ruido lo producen los masclets o petardos de gran potencia sonora. Éstos se unen mediante una mecha que acaba formando una traca.

Cada mascletá está dirigida por una pirotecnia diferente y compiten entre ellas con sus espectáculos ya que la pirotecnia ganadora recibirá un premio en metálico y se asegura su participación el año siguiente.

Bellea del Foc

De enero a abril, cada Hoguera elige en el acto de Presentación donde se les coloca una banda de distinción a su Bellea Mayor e Infantil y cada una va acompañada de dos o cuatro damas de honor.

Ser bellea de una hoguera es un sueño para mucha alicantinas»

Ser bellea de una hoguera es un sueño para muchas alicantinas a pesar de implicar muchas obligaciones. Las belleas representarán a su distrito durante todo el año y entre todas ellas se elige a la Bellea del Foc en el Festival de Elección de la “Bellea del Foc” y sus damas de honor.

Para ser Bellea del Foc es necesario haber sido Bellea el año anterior y tener más de 19 años. Hoy en día no existe límite de edad y se puede vivir en Alicante o en sus pedanías (El Altet, Torrellano o Arenales del Sol).

Desde 2010 un jurado de 9 personas vota en secreto los 7 nombres de su elección y un notario contabiliza los mismos y de entre las 7 más votadas se vuelve a votar en secreto la Bellea del Foc. Este mismo procedimiento es el seguido para elegir la Bellea Infantil y sus damas.

En estos eventos participan todos los foguerers y se ofrece música, bailes y desfiles de las candidatas que siempre acaba con la proclamación de las máximas representantes de la fiesta. Dos semanas después las Belleas son investidas oficialmente por el alcalde en el acto de Proclamación celebrado en la plaza del Ayuntamiento.

Entrada de bandas

La música es muy importante en esta fiesta, cada hoguera contrata una banda de música para todas las fiestas, con lo cual, pueden haber hasta 2000 músicos llenando las calles de ritmo durante estos días.

La tarde anterior a la plantá los socios de las comisiones de cada Hoguera desfilan con los trajes tradicionales acompañados por las bellezas y las damas de su distrito, vestidas de novia alicantina. Cada hoguera desfila con su respectiva banda de músicos, llenando las calles de música y alegría. En este desfile se otorga premios a las consideradas “mejor conjunto”.

Durante las Hogueras las bandas suelen hacer varios pasacalles para lucir a sus bellezas y visitar las Hogueras de barrios vecinos animando así las calles.

Las comisiones se organizan en barracas, calles valladas donde hay mesas, sillas, un bar y un escenario. Las barracas son costeadas por los barraquers, miembros de la Hoguera, y el uso de mesas suele ser privado aunque la entrada es libre y podemos consumir en el bar y disfrutar de la música.

Las barracas promueven la relación y diversión de los alicantinos, cada año van en aumento y compiten por tener la portada más llamativa ya que también reciben un premio.

La plantà

La noche del 20 de junio se realiza la plantà, se transportan y construyen las hogueras y las barracas. Para facilitar el transporte y montaje muchas calles se cortan al tráfico.

Los monumentos más grandes, de categoría especial, se montan un par de días antes debido a su complejidad. El ensamblaje es complicado y colocar el remate final es la parte más arriesgada pues el monumento puede desmoronarse.

Cada hoguera será valorada por un jurado y las ganadoras recibirán un premio el día de la Ofrenda que consta de una banda y el 10% del coste total de la Hoguera.

Foguerers y barraquers repondrán fuerzas tomando la tradicional coca amb tonyina y bacores y beban “paloma”.

Ofrenda de Flores

El 21 y 22 de junio se hace la ofrenda de flores a la Virgen del Remedio, patrona de Alicante. Como curiosidad comentar que es la ofrenda de flores más antigua de España pues data de 1941.

Las Belleas y damas de cada Hoguera llevan ramos que depositan ante la imagen de la Virgen en la fachada de la Concatedral de San Nicolás, formando un tapiz compuesto por algo más de 10.000 ramos. La madrugada del 24 las flores son retiradas para poder preparar la cremà de la hoguera del ayuntamiento.

Desfile folklórico

El día 23 se celebra una cabalgata de carrozas, grupos de bailarines y bandas de música de diversos países que muestran sus danzas tradicionales. Es un desfile muy bonito y colorido a lo largo del cual se disponen sillas para disfrutar del espectáculo.

Plaza del Ayuntamiento

Cremà

El 24 de junio por la noche, festividad de San Juan Bautista finalizan las Hogueras de Alicante con la cremà. A las 12 de la noche desde lo alto del Castillo de Santa Bárbara se lanza una gran palmera de fuegos artificiales, la cual tiene su origen en 1932.

En este momento, una gran traca encendida electrónicamente por las Bellezas del Fuego adulta e infantil desde el balcón del Ayuntamiento prende la hoguera oficial de la plaza del Ayuntamiento y a partir de ese momento se quemarán las hogueras de cada distrito.

Hoguera ardiendo

Los bomberos vigilan para que todo se desarrolle correctamente, apagan las hogueras y lanzan agua a los espectadores para que se refresquen, lo que se conoce como la banyà.

Los monumentos se queman por la celebración del solsticio de verano, en la antigüedad se creía que el sol no volvería a su esplendor total porque los días iban acortando, por ello se encendían fogatas y se realizaban ritos relacionados con el fuego para simbolizar el poder del sol y ayudarle a renovar su energía y purificar a aquellos que lo contemplaban.

Nuestras celebraciones tienen gran influencia de los ritos y tradiciones ancestrales aunque hoy queda también ligada a la influencia cristiana al vincularlo al día de San Juan el 24 de junio ya que realmente la noche más corta (hemisferio norte) o más larga (hemisferio sur) del año es la del 21 de junio.

Fuegos artificiales

Entre el 25 y 29 de junio ambos incluidos, a las 24.00 horas desde la playa del Cocó podemos disfrutar de un espectáculo de fuegos artificiales que dura unos 18 minutos, son fuegos aéreos lanzados al mar formando un espectáculo que nadie quiere perderse, por eso antes de la medianoche la gente acude en masa para coger sitio y disfrutarlo.

Espero que os haya gustado y que os animéis a visitar Alicante en estos días de fiesta, pues bien merece una visita. Os aconsejo llevar calzado cómodo y tener ganas de pasarlo muy, pero que muy bien.